extraños hechos,
extrañas experiencias,
habitan dentro de mi pecho.
De un lado, sobreviviendo,
los restos de mi antigua vida,
los restos de un amor,
que fue muriendo con el tiempo.
Por otro lado latiendo,
un amor casi imposible,
un amor latiendo en el tiempo,
un amor, que está resurgiendo.
Y aunque estás en la distancia,
despiertas el fuego que hay en mí,
desde la distancia yo te siento,
igual que si estuvieras aquí.
Gracias por alentarme,
gracias por escribir,
gracias por tu ternura,
gracias por existir.
Porque tus palabras me llegan
a pesar de la distancia,
porque tú me das la vida,
en estos momentos en que tanto me hace falta.
Haces latir a un corazón,
que está cansado de latir,
tú eres la que me hace levantar,
tú eres mi razón de existir.
Espero conocerte,
más de lo que puedo ver y oír,
pues te entrego mi corazón y mi vida,
en un papel que escribí para ti.
En él está mi alma,
y un corazón podrido de latir,
cada noche me alegras la vida,
cada noche muero más por ti.
No me tienes que dar las gracias para nada, como te dije lo hago desinteresadamente, y más por una persona tan buena como tú.
ResponderEliminarGracias por cada una de las palabras que me has dedicado, eres el mejor.
Un besazo guapo.