¿Cómo no te voy a querer?

Buen título de post, pero no tiene que ver con el cántico del Bernabeú jejejee.

Bueno después de una semana perdido por las playas de Benidorm, aterricé ayer otra vez en Madrid, un poco cansado por el viaje, pero tenía partido a las 22 y no podía faltar a la cita.

Pero bueno, al resumen que es donde yo quiero ir. Cierta personita se hizo la friolera de 600 kilómetros para venir a verme jugar, y cuando la vi entrar por la puerta del campo y al mirarme, me dio la mejor de sus sonrisas, una de esas sonrisas que hacen que todo se pare a tu alrededor, una de esas sonrisas que te enamoran... y por eso pensé ¿cómo no te voy a querer?

Porque son estos pequeños detalles, recorrerte 600 kilómetros para venir a verme jugar, y después, volverte porque tenías reunión familiar, y justo cuando acabó el partido, ahí estabas... esperándome con un Aquarius en la mano, calentándolo un poco para que no estuviera tan frío ¿cómo no te voy a querer?

Porque me apoyas a capa y espada, me aconsejas, y encima, vienes a animarme, aún metiéndote una paliza de ida y vuelta ¿cómo no te voy a querer?

Porque la semana sin ti se me ha hecho eterna, a pesar de estar entretenido entrenando, pero no es igual, no es lo mismo saber que estoy en Madrid a 15 minutos de verte, que estar en la playa hablando contigo por teléfono y wasapeando, no, definitivamente no es lo mismo.

Porque como me dijiste, te hubiera encantado que estuviera en la agroboda de tu tío (me encantaron las fotos que me envíaste, ibas preciosa), y a mí me hubiera encantado acompañarte, pero madre mía las agendas, ¡cada día las odio más!

Pero bueno, lo importante para mí es que estás ahí siempre, y eso no se puede pagar ni con todo el oro del mundo, por eso cada día que pasa, te quiero más y más.

Va por ti princesa.